Kevin Parker ha elegido el día de Cupido para mostrarnos su nueva obra, cuya temática principal explicó al New York Times a principios de 2019: "Estoy siendo arrastrado por una noción intoxicante del paso del tiempo". The Slow Rush brilla a rojo intenso, el que pinta las paredes y techos de una habitación por cuya soleada ventana se cuela una montaña de arena (un marrón deslizante), recurrente metáfora sobre el tiempo que Parker aborda de forma inquietante en este cuarto largo. El disco empieza con “One More Year” y termina con “One More Hour”.Todo está medido,calculado en esta serie de melodías de rápida absorción y compleja elaboración, de sabor acaramelado pero nada empalagoso: “”Tomorrow’s Dust”, “On Track”, "Breather deeper" (incluye ácidos rugidos de una 303). “Lost In Yesterday” es puro Tame Impala, vibrante y juguetona. Exquisita lisergia de fresa. The Slow Rush suena más multidireccional que su predecesor, Currents. Y presume de una producción igual de brillante.