El segundo álbum de Sharon Jones & The Dap Kings es una maravilla y un disco que no sólo trasciende el género del funk revival, sino que es tan sólido como el mejor hard funky soul de finales de los 60 y principios de los 70. Si esperas un refrito de las pesadas jams funk que ardieron en el álbum Dap Dippin' no te decepcionará, pero prepárate para un soul profundo y natural (de ahí el título) que no sólo nos ha pillado desprevenidos, sino que realmente forma el gran corazón palpitante del álbum. El funk espumoso y frenético está tan ajustado como siempre, y en algunos momentos es igual de furioso, pero la atención a la composición es esta vez igual de abrasadora e indeleble. Los ocho componentes de Dap Kings siguen siendo la mejor banda del país, con El Michels al saxo barítono, Neal Sugarman al tenor, Homer Steinweiss a la batería y el arma no tan secreta Bosco Mann al bajo, el vibráfono y el piano. Entre los invitados se encuentra Lee Fields, vocalista de Daptone, en el dúo «Strande